Por: Carlos Alberto Figueroa García *
Venezuela, la cuna del libertador Simón Bolívar, en los últimos días ha capturado la atención del mundo no por sus múltiples atractivos, sino por las protestas “estudiantiles “ en las principales calles del país, en 5 ciudades principalmente, estas acciones son maximizadas y coloreadas políticamente más a nivel mediático que por la realidad de su naturaleza.
Todo hace indicar que uno de los principales motivos de la protesta por parte de supuestos estudiantes de la oposición, es la lucha interna de los lideres por el mando de la cada vez más discutida “Mesa de la Unidad Democrática” (MUD). Razón que no es dilucidada en público, al contrario se deliberadamente oculta.
Podemos citar 3 razones principales de las acciones recientes de la oposición; disputas por el liderazgo interno; pérdida de la estrategia político-partidaria y desaciertos en las tácticas empleadas.
14 de las últimas 15 elecciones las perdió la oposición.
Perder 14 elecciones consecutivas en los últimos 15 años de democracia venezolana, le pasan factura clara a la oposición, quienes jamás encontraron la fórmula para derrotar a Hugo Chávez Frías, quien a pesar de haber desaparecido físicamente, todavía es fuerte estandarte de los sectores del oficialismo.
Los líderes de moda de la oposición venezolana; Henrique Capriles Radonsky, gobernador del Estado Miranda, Leopoldo López Mendoza, principal dirigente del Partido “Voluntad Popular” y María Corina Machado diputada Independiente en la Asamblea Nacional; dejaron ver “entre líneas” sus diferencias desde el mismo momento del llamado a protestar el pasado 12 de Febrero, al no tener claro cuál sería el objetivo para dicha acción.
Las derrotas electorales de la oposición fueron endosadas hasta ese entonces a su líder visible, Henrique Capriles, lo que abrió un espacio al otro sector liderado por Leopoldo López y María Corina Machado para intentar asumir el control de la autodenominada “Mesa de Unidad Democrática.”
Con el pasar del tiempo y en medio del marco del cierre de calles, los supuestos objetivos que los llevaron a protestar, son tan variados como inverosímiles, desde el derrocamiento del presidente Madura, la escasez de productos básicos en algunas zonas del país o el tema de la inseguridad, solo por citar los más mencionados.
Tomando más fuerzas por los sectores radicales “el sacar ya a Maduro”, lo que es fuera de todos contexto, principalmente el Constitucional; según la Carta Magna venezolana, para interrumpir un mandato presidencial son 3 escenarios los posibles; a. Que el presidente en funciones fallezca, b. que el mismo renuncie y c. que se activa un referéndum revocatorio, lo cual estipula la ley que es en la mitad de su periodo (3 años) y es por solicitud de la misma población….
Lo que deja fuera de toda lógica jurídica, el argumento de “sacar a Maduro”, lo que desvirtúa de entrada la bandera principal de las protestas focalizadas de la oposición venezolana, lo que sí está claro es la práctica del guion de desestabilización, parece copiado y adoptada a la vieja usanza de los golpes de estado en la típica historia Latinoamericana, que busca en primera instancia detener productivamente al país, para después asestar el golpe certero, hoy día todas las acciones apuntan a intentar generar un paro general en la tierra de Bolívar.
Este sector de la oposición se metió por el camino equivocado, al actuar convencido que con las protestas violentas derribaran al actual gobierno. En Venezuela esa receta no siempre ha funcionado.
Ignorancia o necedad tienen los asesores de derecha, tanto nacionales como internacionales, quienes recomiendan transitar esa vía. El Caracazo (la explosión popular del 27 de Febrero de 1989) fue uno de los episodios de mayor protesta social jamás visto en el país y el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez no fue derrocado. Un intento de salida del gobierno del presidente Nicolás Maduro por esa vía, lo único que implicaría mayor caos social, condimentado con más muertes y destrucción.
Cada hecho, cae por su peso.
Con el pasar del tiempo las protestas de calle van bajando considerablemente su intensidad, muchas de ellas hasta desaparecer, estas alcanzaron en lugares específicos del país, tintes dramáticos y violentos, (hasta el momento de redactar este artículo, de manera oficial se habían registrado 50 muertes oficiales; 16 de manera directa y 34 más de manera indirecta)
Lo que ha llevado a la condena estas acciones de trancar (cerrar) vías públicas con escombros y basura, exceptuando a los más radicales, hasta la misma oposición venezolana condeno esta acción. Porque con estos hechos no solo afectan a las y los venezolanos que apoyan al gobierno de Maduro, sino que afectan a todo el sector productivo del país, tanto grandes mediamos pequeños y micro empresarios.
Lo que también queda en evidencia, es que hay más preocupación por tomar el poder, aunque sea por asalto, que la intención de buscarle soluciones a los problemas del país…